Hay una leyenda, conocida por musulmanes y cristianos, habla de que en una ocasión en que el Profeta estaba enfermo, el ángel Gabriel le devolvió la salud y la fuerza viril, ofreciéndole una bebida negra como la gran Piedra Negra que hay en La Meca.
Al parecer esta historia nos llega y deriva del relato de la leyenda del Prior del convento de Chéhotel, en Yemen a quien Kaldi le habría enseñado el fruto que excitaba a sus cabras. Se dice que el Prior, Una noche tuvo un sueño, rogaba a Alá que le desvelara el misterio del fruto, y lo había hecho con más fervor e intensidad que nunca. En el sueño Mahoma le ordenaba tomar las cerezas del arbusto desconocido, limpiarlas de pulpa, tostar los granos y realizar con ellos una infusión que debía repartir entre los monjes del convento a fin de que sus plegarias fueran más gratas a Alá, y pudieran soportar mejor las vigilias. Quedó así sentado el origen divino de tan prodigiosa bebida que el prior denominó "qahwa" en recuerdo del rey persa Qawhus Caí, arrebatado al cielo en un carro guerrero y alado.
Podemos agregar, que hay una gran incoherencia en este relato, por la sola razón que cuando Mahoma vivía, el café no había llegado a ser popular en Arabia, es más, sólo 900 años después de su muerte lo fue. Otra cosa importante es el hecho que Yemen en la época de Mahoma, pertenecía al reino de Aksum, que comerció con regiones tan lejanas como el Imperio Bizantino y la India. Fue el primer estado africano en acuñar moneda, lo que ha permitido conocer los nombres de varios de sus monarcas. Las monedas más antiguas conocidas datan de la época del rey Endubis (c.270-c.300). Se acuñaron monedas de oro, plata y bronce; en las primeras aparecían inscripciones griegas. Los Etíopes eran quienes en esta época controlaban y bebían el café. Se puede conceder el hecho de que los fundadores de Aksum fueron probablemente árabes en el año 400 AC, pero sin lugar a dudas, no eran musulmanes y más aun, en el 333 DC, se convirtieron al Cristianismo, religión mayoritaria hasta ahora, y defendieron la fe en Yemen.
Al parecer esta historia nos llega y deriva del relato de la leyenda del Prior del convento de Chéhotel, en Yemen a quien Kaldi le habría enseñado el fruto que excitaba a sus cabras. Se dice que el Prior, Una noche tuvo un sueño, rogaba a Alá que le desvelara el misterio del fruto, y lo había hecho con más fervor e intensidad que nunca. En el sueño Mahoma le ordenaba tomar las cerezas del arbusto desconocido, limpiarlas de pulpa, tostar los granos y realizar con ellos una infusión que debía repartir entre los monjes del convento a fin de que sus plegarias fueran más gratas a Alá, y pudieran soportar mejor las vigilias. Quedó así sentado el origen divino de tan prodigiosa bebida que el prior denominó "qahwa" en recuerdo del rey persa Qawhus Caí, arrebatado al cielo en un carro guerrero y alado.
Podemos agregar, que hay una gran incoherencia en este relato, por la sola razón que cuando Mahoma vivía, el café no había llegado a ser popular en Arabia, es más, sólo 900 años después de su muerte lo fue. Otra cosa importante es el hecho que Yemen en la época de Mahoma, pertenecía al reino de Aksum, que comerció con regiones tan lejanas como el Imperio Bizantino y la India. Fue el primer estado africano en acuñar moneda, lo que ha permitido conocer los nombres de varios de sus monarcas. Las monedas más antiguas conocidas datan de la época del rey Endubis (c.270-c.300). Se acuñaron monedas de oro, plata y bronce; en las primeras aparecían inscripciones griegas. Los Etíopes eran quienes en esta época controlaban y bebían el café. Se puede conceder el hecho de que los fundadores de Aksum fueron probablemente árabes en el año 400 AC, pero sin lugar a dudas, no eran musulmanes y más aun, en el 333 DC, se convirtieron al Cristianismo, religión mayoritaria hasta ahora, y defendieron la fe en Yemen.
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